sábado, 21 de julio de 2007

Discurso


Muchas gracias por vuestra compañía en un día tan señalado como este, día importante para toda la zona por la categoría que adquiere esta singular construcción, antes por dos veces desaparecida por la fuerza de los tiempos y hoy visible en la lontananza gracias a la entrega de los hombres y mujeres aquí presentes que con su apoyo, moral, económico y físico, han logrado transformar un paraje inhóspito olvidado en la memoria, en un espacio natural y espiritual que sin duda será a partir de ahora un lugar de, paseo, encuentro, observación y recogimiento.

Personalmente me siento especialmente congratulado con vuestra presencia, que interpreto como humilde reconocimiento a los que con elementales medios la hemos construido guiándonos de la intuición y por la pasión que hemos puesto.

Quiero citar aquí expresamente a esos maestros que siendo unas veces guias y las más actores directos de esta obra, la han propiciado decisivamente como Julian, Seminiano e Isidoro y desde hace años Julio Antonio y Fidel que con otros han trasformado un muladar en un parque limpio y acogedor, gracias por vuestra generosidad.

Esto no sólo será el principio de una ilusión compartida y a día de hoy prácticamente materializada.

En el futuro constituiremos la institución que legítimamente nos represente y gestione, apelamos en consecuencia a mantener la ilusión y el esfuerzo, con la esperanza cierta en que lo mejor está por acontecer, cuando por estas mismas fechas anualmente honremos a tan ilustre patrona y a nuestros queridos e inolvidables antepasados y en su honor nos reunamos y por todos brindemos en tan digno acto religioso, social y cívico festivo.

Con el corazón henchido, embargado por la emoción solemnemente declaro este lugar como UN REMANSO DE PAZ BAJO UN SOL DE JUSTICIA.

Y en nombre de los aquí presentes, evoco la presencia sutil que seguro sentimos, de todos aquellos que en otros tiempos nos precedieron ellos con su esfuerzo y sacrificio habitaron, lucharon y en esta tierra por ella murieron, algunos yacen enterrados en estas laderas un día yermas hoy floridas y hermosas, por todo ello, siempre nos sentiremos orgullosos herederos de sus sacrificios y públicamente prometemos transmitir a otras generaciones su ejemplar legado y recuerdo..

SIGUIENDO LA TRAYECTORIA
DE SU VIDA Y SU MEMORIA
ANIMA EL ALMA EL SABER
QUE SIGUIENDO SU CAMINO
NOS MARCAMOS EL DESTINO
DONDE ENCONTRARAS DESPUÉS
¡EL CIELO TIENE QUE SER¡

¡VIVA NUESTRA SEÑORA¡
¡VIVA VILLACARRALON¡
¡VIVA ESPAÑA¡

2 comentarios:

españolazo dijo...

Al final solo te faltaba un ¡Viva Franco! y muchos alegres todo el día.
Con los dos primeros vivas ya bastaba.

Jose M. dijo...

Una cosa es lo que sientas por tu patria y otra mentar a Francisco, que nada tiene que ver en todo esto.